Lo que debía ser un reportaje periodístico se convirtió en una novela, debido a las dificultades de Manuel Ciges para poder completar su trabajo como corresponsal del diario "España Nueva". Ciges llegó a Mieres en 1907, un año después de la denominada "Huelgona" que había paralizado la Fábrica Mieres, en demanda de mejores condiciones laborales.


A través de conversaciones con diferentes personajes de la villa, el autor va confeccionando un relato sobre el drástico empeoramiento de las condiciones de vida de todos los habitantes de la localidad asturiana, trabajaran o no en la Fábrica.
Sin nombres propios, ni referencias geográficas, Ciges presenta una visión tenebrosa de la sociedad local, impuesta por los propietarios del complejo industrial, la familia Guilhou, en colaboración con las fuerzas vivas reaccionarias: iglesia, jueces, políticos y guardia civil.
En palabras del propio autor:
Nunca había visto un lugar tan lleno de recelos e intrigas, todos desconfiaban de todos y el miedo a perder el trabajo hacía que se viviese en un ambiente cerrado y hostil. Después de buscar una habitación -lo que no fue sencillo- la labor más difícil fue que alguien quisiese contarme lo que estaba sucediendo.
Ciges tuvo que abandonar su trabajo periodístico al recibir por parte de los caciques locales una amenaza de muerte. Pero finalmente consiguió que al menos como novela sus notas fueran publicadas:
Ahora, por fin he logrado que la novela en la cuento todo esto, «Los vencedores», esté en la calle. El editor Pérez de Villavicencio ha accedido a publicarla y acaba de salir en Madrid; quiero pensar que cuando la lean los mierenses vean en ella el retrato de esta época negra que debe dejar de serlo. Yo, sinceramente, ahora que voy conociendo otras esquinas de España, veo por delante un siglo lleno de violencia.
Tampoco fue posible. Cuando en 1908 el libro fue publicado, los Guilhou adquirieron y destruyeron todos los ejemplares llegados a Asturias.