Uno de los sitios preferidos del primer Hemingway.

Podía elegir entre varias calles para bajar por la tarde hasta el jardín del Luxemburgo, y paseaba por el jardín y entraba en el museo del Luxemburgo, donde estaban las grandes pinturas que luego trasladaron al Louvre y al Jeu de Paume. Iba casi cada día por los Cézanne, y por ver los cuadros de Manet y Monet y los demás impresionistas con los que tuve un primer contacto en el Art Institute de Chicago.
Zona de encuentro ocasional con otros norteamericanos expatriados y a dos pasos del apartamento donde vivía Gertrude Stein, en el 27 de la calle de Fleurus.